Anoche, tú estuviste en mis sueños.
Era en una casa grande renacentista, un palacete, pero la ciudad entera era un palacete y tú dabas un taller de cuerpo allí. Cuando modelabas un ejercicio, elegías un cuerpito y te revolcabas con él por el suelo. La mayoría de los cuerpos estábamos desnudos, tumbados, duermiendo-despiertos. Eramos unas 25 personas, pero esas 25 personas nunca se acababan y se extendían por las calles de la ciudad. Yo, unas veces iba en una bicicleta negra por entre la gente, con un traje negro de falda estilo Mary Poppins y una escafandra negra, y otras veces, trabajaba en el suelo con los demás. Ahora, me había tocado trabajar con un cuerpito blanco y rubio que se agarraba la paloma todo el rato porque decía que se le quería escapar. La paloma no le dejaba dormir, y la acariciaba para que bajara de tamaño. "Es que no sé donde meterla" decía todo angustiado.
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