27 octubre 2008

llamada perdida

Nuestra relación es básicamnete táctil. No pasa un día sin que deje mis huellas sobre tí. Te busco en mi bolso, en la chaqueta, en el pantalón. Un simple toque y me quedo tranquila, sabiendo que seguimos juntos.
Otras veces eres tú quien me buscas, con un guiño, con un ring desesperado. En ocasiones me desconciertas, y, auqnue sé que estás ahí, me cuesta dar contigo. Revuelvo todo mi bolso, saco todas las cosas, y tú sigues ahí escondido gritando cada vez más alto. Tu carcajada escandalosa se burla de mi trajín inútil. A veces no llego, y cuando te encuentro, veo tu mensaje mudo, que dice: llamada perdida.

el virus de la tristeza

En mi frutero siempre queda la misma naranja sola y enferma. Sus poros de luz se cerraron mirando hacia adentro. Tiene la piel de cuero seco por la amrgura de su propio juego concentrado y acre.

18 octubre 2008

Ray Bradbury on writing