03 agosto 2009

le tengo miedo a lo infinito

En ocasiones, un grito de desasosiego quebraba la noche:
−¡Papáaaaa!!!!!!!
Papá se despertaba y galopaba al dormitorio de María:
−¿Qué pasa hija?
−Que tengo miedo y no puedo dormir.
−No te preocupes, que papá está contigo.
−Pero es que no puedo parar de pensar.
Papá la envolvía en sus brazos y le preguntaba:
−y ¿qué piensas?
−Tengo miedo a lo infinito.

A los días.....
En ocasiones, un grito de desasosiego quebraba la noche:
−¡Papáaaaa!!!!!!!
Papá se despertaba y galopaba al dormitorio de María:
−¿Qué pasa hija?
−Que tengo miedo y no puedo dormir.
−No te preocupes, que papá está contigo.
−Pero es que no puedo parar de pensar.
Papá la envolvía en sus brazos y le preguntaba:
−y ¿qué piensas?
−Tengo miedo a lo infinito

A los meses...
En ocasiones, un grito de desasosiego quebraba la noche:
−¡Papáaaaa!!!!!!!
Papá se despertaba y galopaba al dormitorio de María:
−¿Qué pasa hija?
−Que tengo miedo y no puedo dormir.
−No te preocupes, que papá está contigo.
−Pero es que no puedo parar de pensar.
Papá la envolvía en sus brazos y le preguntaba:
−y ¿qué piensas?
−Tengo miedo a lo infinito.

A los años...
En ocasiones, un grito de desasosiego quebraba la noche:
−¡Mamáaaaa!!!!!!!
Mamá se despertaba y volaba al dormitorio de Joan:
−¿Qué pasa hijo?
−Que tengo miedo y no puedo dormir.
−No te preocupes, que mamá está contigo.
−Pero es que no puedo parar de pensar.
Mamá la rodeaba con sus brazos y le preguntaba:
−y ¿qué piensas?
−Tengo miedo a lo infinito.

2 comentarios:

Kari-Kari dijo...

Me encanta este cuento. Me parece excelente como juegas con el concepto de lo infinito.
Genial!

Erickgzz dijo...

por mas extraño que parezca, yo soy de las personas a las que les provoca angustia y hasta miedo la eternidad... :S se me enchino la piel al leer tu escrito