30 junio 2008

la dentadura

Habían pasado un día estupendo todos reunidos en la playa. Los niños jugaron todo el día en el agua, corrieron por la playa y construyeron castillos medievales con muralla y foso para detener las olas. Ya estaban cansados y tocaba irse. Así que recogieron todos los bártulos y se despidieron del resto de la familia. En medio de todos los besos y abrazos, una dentadura robusta se enganchó al pie de Andrés, que dormía en los brazos de su papá.

El papá sintió el tirón y, casi simultáneamente el espasmo del cuerpo de su hijo retorciéndose de dolor. Sujetó a Andrés con fuerza, lo apretó contra su pecho. Tiraba de él como si así pudiera arrancarlo de aquella dentadura implacable, pero las mandíbulas no cedían; parecía que se habían encallado. Los mocos que bajaban de las fosas nasales, la saliva que brotaba de la boca, y el líquido rojo que empezaba a emanar de la herida manchaba aquella dentadura grande y blanca. Alrededor de ella, una mueca y una mirada perdida en el vacío, que sentía la culpa.

La mamá empezó a pegarle a destajo. Le golpeaba allí donde le cayera la mano, en la cabeza, en la espalda o en la boca. Le gritaba entre sollozos: “Joan, suéltale el pié. Suéltale, te digo”, pero él recibía los golpes estoicamente. Nadie sabía que hacer. ¿De quién era la culpa? El niño no sabía lo que hacía. No había querido hacerle daño, pero cada vez estaba más grande, y tenía más fuerza. Últimamente los brotes de violencia eran más frecuentes. Cuando estaban en familia, si nadie expresaba sentimientos, todo iba bien, pero aquel abrazo le había llegado al alma y Joan no pudo resistir la tentación del aquel pie dormido en los brazos de su papá.

El papá derramaba lágrimas por sus hijos y por su mujer. Abatido, y sin hacer resistencia, se levantó lentamente. Con la mirada perdida en el horizonte, se dispuso a caminar hacia la orilla. Joan soltó el pié. Sin duda un día de estos tendrían que tomar la decisión que tanto querían postergar.

2 comentarios:

Francisco Pereira dijo...

Pobre Jhoan, hay que darle un poco de cariño y una chupeta para que la muerda.

pedro a. cruz cruz dijo...

"Últimamente los brotes de violencia eran más frecuentes. Cuando estaban en familia, si nadie expresaba sentimientos, todo iba bien."
Ese es el origen....................... es donde hay que modificar.
Saludos.